Quisiera correr por el mar,
volar por los campos,
nadar entre el cielo.
Quisiera ser árbol perenne,
disfrutar siempre de la vida
de mi savia
y oír reír a mis hojas de la
muerte.
Quisiera ser el agua del mar
y bañar con mi espuma
arenas y rocas.
Acoger en mi regazo el sueño
de un sol ardiente.
Quisiera poder salpicar la
luna con las olas
Pudiera tal vez abrir mis
brazos
y levantar el vuelo,
me iría lejos, muy alto
hasta verlo todo desde el
cielo
si fuera ave
y tuviera libertad para
hacerlo.
Podría posarme sobre las
flores
y servir de mediador en su
engendro
si fuera pequeño insecto.
Y si fuera pez
vería tal vez
la quietud del tiempo
y los lentos movimientos de
la profundidad,
como si fuera un sueño.
Mas soy humano,
pequeño robot con sentimientos,
en un Universo gigante,
máquina del mundo y del
tiempo.
Y no puedo correr por el mar
porque no soy pez,
no puedo volar por los
campos porque no soy insecto
y no puedo nadar entre el
cielo
porque no soy ave,
ni tengo libertad para
hacerlo.
Soy lo que soy,
y no puedo ser algo
diferente,
me conformo con imaginarlo,
cada día entre la multitud
de la gente.
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