Tecnología de hombres que piensan sin corazón
destruyen lo que construyen, encima tienen razón!
pues veneran el culto
de moda actual,
que progresar requiere un peaje,
de veneno mortal
que tomaremos si conduce
a la felicidad material.
Estéril discusión
de la razón
irracional, que piensa un mundo
no una nave espacial
de hombres que progresan sin cargarse
-la vida natural-
de mundos imperfectos, lo sé
pero un bonito ideal...
La civilización pasa arroyando
con su paso
tecnológico,
que vuelve aldeas en ciudades
y frío al calor humano.
Queriendo el loco insensato
un lugar de felicidad, no encuentra ni buscando
la ciencia de la verdad.
Yo no quiero!
No pretendo!
Nada ambiciono!
¿Para que sirve
el progreso?
Molestando, a quien moleste, y molesto porque molesto;
el progreso, avanzar o mejorar, no existe sin
aceptar al “idealista”, al dogmático que no ambiciona, al intransigente que no
quiere ni pretende, una técnica fútil, de glacial crueldad.
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