lunes, 28 de abril de 2014

Transgresión

Alguna vez quise ser...
para saborear la eterna sensibilidad...

Quise ser amado, suave y dulcemente, mientras abandonaba mi cuerpo subyugado por el placer.

En mi cerebro genético la razón educada, no permitía según que desliz
y la mente escondía escondido, a un ser infeliz.

Así consideré que no era un hombre común, sino un trastornado más en un mundo demente.
Imaginé sociedades sin roles, y amantes por doquier, que poseyeran un cuerpo y no un sexo de ayer,
capaces de amar, sin mirar ni ver.

Bordeando la locura, cuando todo parecía perdido, apareció en el infinito un ser que jugaba al escondite.
Descubierto se dejo amar.

Ahora puedo ser,
sin importarme nada;
ahora soy sumiso y dominante, sensible y duro, desnudo, vestido, rico, pobre...
sin importarme nada…
                                   

Ahora me acaricias y te acaricio,
fundiendo los plomos de cualquier moral.
Nos confundimos de sexo,
Hasta encarnar
para algunos
el mal.

Tendreis que morir para dejar vivir…

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