miércoles, 16 de abril de 2014

Memory


Multitud de tatuajes  en mi piel. Su significado solo yo conocía. Un caos de frases y de emociones vividas,  experiencias,  decepciones, alegrías, datos y más datos. Letras de canciones que me llenaron. Nombres de antiguas amantes,  profundamente impresos.


Despierto en la cama, son las 5:30AM, y enciendo un pitillo sabiendo que no volveré a conciliar el sueño.  El humo caracolea, juguetea con el aire y se mezcla con una tenue luz que entra por las pequeñas rendijas de una vieja persiana. El calor es insoportable y pongo un pequeño ventilador que solo lo remueve.  Un deseo que fue herida y ahora tatuaje,  me recuerda algo que quise no olvidar. Unas letras times new roman tamaño 20 me duelen. Son recientes. Oigo un ruido proveniente del  baño de una habitación que desconozco. No es mi casa. Una mujer se acerca, me besa y se acuesta en mi cama. Mi confusión aumenta, me giro lentamente y le pregunto, quien eres? Me mira y entorna sus bonitos ojos verdes, sonríe. Ya me dijiste que no recordarías. Ayer te tatuaste algo. Igual es tu repuesta. Encendí otro cigarrillo. Inspiré profundamente y deje que el humo saliera lentamente. Uní las letras y las escribí en un papel. El humo del pitillo me hipnotizaba, se unía y desunía en un baile de cortejo aleatorio. Ella me abrazaba como si no hubiera mañana.  Finalmente una frase, “Esta mañana al despertarte tendrás una mujer a tu lado, tiene los ojos verdes y una bonita sonrisa, se llama Anne, y envejecerás con ella”.  Apago el pitillo, y el humo se desvanece. En mi cuerpo miles de frases,  y todas dicen lo mismo…

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