sábado, 22 de febrero de 2014

MIL MARES

Mil mares,

mil tierras sintieron sus pisadas,
nunca lloró.

El grumete, oteaba el horizonte;
divisó tierra,
por fin                     -nunca lloró-.

Aquella tierra lejana,
asomaba
entre  horizontes de dulce espuma;
se hizo grande...

Arrió el bote, y remó con fuerza;
supo que la había encontrado.
La mar, mojó sus pies ya curtidos,
y sus ojos, llenos de lagrimas saladas
sabían...

que la había encontrado.

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