Se ilumina el sol en tu presencia
y las nubes se retiran derrotadas.
Cabalgando entre sueños irreales y atemporales,
me pregunto sí
alguna vez
las palabras se ajustaron a tu belleza.
A la defensiva permaneces
rasgando pieles enamoradas.
Miras altiva y egoísta
desde el campo donde la naturaleza construye.
Arquitectos genéticos te modifican y producen en formato industrial
no saben que solo existe una
de original.
El dragón enrojeció tus alas de rojo
y compuso partituras valientes y profundas.
Hoy espero
contigo en la mano
mientras se derrama una diminuta gota de sangre que lentamente se desliza por entre mis dedos
y cae en silencio
en fértil suelo
liberando mi alma de la pesada y fría espada que de nada sirve ante tu fresco aroma.
Ese que los amantes no dejan escapar.
Ese que se marchita
si lo dejas de regar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario